domingo, 8 de noviembre de 2009

Busco una calma inalcanzable.



Me arremango, me froto las manos, están entumecidas por el frío.
Mi intención es escribir algo.
Aislarme durante un rato de este mundo.
Solo yo, mi habitación, un teclado y mis pensamientos...


Miro por la ventana, el aire sopla con fuerza, amenaza con un frío un invierno.
La niebla va apareciendo tambien, dejando todo bajo su manto oscuro, inseguro, incierto. Los transeuntes parecen almas que vagan sin saber su destino. No sabes nada de ellos, ellos tampoco de ti. Cada persona un mundo. No sabes qué se esconde bajo ese abrigo y esos guantes de lana.

Anochece, ya cada vez más pronto. La temperatura baja cada vez más.
Ya no son horas de estar por ahí deambulando.
Es hora de irse a casa. Bajo la seguridad que te aporta tu casa, tu familia, tu habitación.

Me siento en el ordenador, me arremango las mangas el pijama.
Me froto las manos, siguen entumecidas por el viento otoñal que recorre las calles.
Mi intención es escribir algo...




Celia Hernández.

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