sábado, 28 de noviembre de 2009

Silencios que esconden sentimientos guardados




Demasiado silencio quizás.
Demasiadas palabras y emociones guardadas.
Que no son capaces de salir.
Demasiados silencios que no deberian existir.


¿Es una mala señal?
Esta claro que una buena no es...


No es lo mejor quedarselo todo dentro.
Necesito terapia.




Celia Hernández

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Justo ahí, donde duele, gracias.


"Sólo sabía que cada minuto transcurrido en su compañía únicamente iba a servir para aumentar el dolor que experimentaría más tarde. Me estaba llegando el día de echar las cuentas, como un yonki con un alijo de drogas limitado.

Cuanto más me llevara ahora, más duro iba a resultar cuando se acabara."



Todos tenemos cierta tendencia al masoquismo quizás.





Celia Hernández.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Hoy no, gracias.



¿Cuánto de cierto hay en todo lo que ves?

En todo lo que te rodea.
En todo lo que crees.
En todas las personas que estan en tu vida, o en parte de ella.
En verdad, nunca se llega a conocer del todo a una persona.


¿Qué parte es la verdadera y qué parte es la falsa?

A cual de las dos debemos aferrarnos.
En cual de ellas tenemos creer.


La verdad, es todo demasiado incierto y confuso para llegar a alguna conclusión.

Y hoy no estoy precisamente inspirada.
Ni con ganas de pensar demasiado...

Otro día si eso.





Celia Hernández.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Busco una calma inalcanzable.



Me arremango, me froto las manos, están entumecidas por el frío.
Mi intención es escribir algo.
Aislarme durante un rato de este mundo.
Solo yo, mi habitación, un teclado y mis pensamientos...


Miro por la ventana, el aire sopla con fuerza, amenaza con un frío un invierno.
La niebla va apareciendo tambien, dejando todo bajo su manto oscuro, inseguro, incierto. Los transeuntes parecen almas que vagan sin saber su destino. No sabes nada de ellos, ellos tampoco de ti. Cada persona un mundo. No sabes qué se esconde bajo ese abrigo y esos guantes de lana.

Anochece, ya cada vez más pronto. La temperatura baja cada vez más.
Ya no son horas de estar por ahí deambulando.
Es hora de irse a casa. Bajo la seguridad que te aporta tu casa, tu familia, tu habitación.

Me siento en el ordenador, me arremango las mangas el pijama.
Me froto las manos, siguen entumecidas por el viento otoñal que recorre las calles.
Mi intención es escribir algo...




Celia Hernández.