martes, 30 de marzo de 2010


"La mirada de él se clavó en sus labios...

...Ella comenzó a temblar. Tenía la espalda pegada a la estantería y no podía retroceder más. El hombre colocó un brazo por encima de su cabeza y presionó ese enorme cuerpo contra el suyo antes de inclinar la cabeza para acercarse a sus labios.

Ella cerró los ojos. La presencia de él inundaban todos sus sentidos. La rodeaba de una forma de los más perturbadora.

Por una vez, él mantuvo las manos quietas y se limitó a tocarla con los labios. Daba igual.

La cabeza de ella comenzó a girar de todos modos.
Ese hombre era el paraíso.

Él profundizó el beso y comenzó a explorar su boca con la lengua. Ella pudo sentir los poderosos latidos del corazón del hombre cuando la apretó con más fuerza, así como la dureza de esos músculos que se contraían a su alrededor.

Jamás había sido tan consciente de la presencia de otro ser humano. Él la llevaba hasta el límite, la hacía experimentar sensaciones que no sabía que pudieran existir.

Él se retiró un poco y apoyó la mejilla contra la suya...

- Me muero de ganas de estar dentro de ti,- murmuró-. Quiero sentir tus piernas alrededor de mi cuerpo, sentir tus pechos debajo de mí, escucharte gemir mientras te hago el amor muy despacio. Quiero que tu aroma impregne mi cuerpo(...) Pero ya estoy acostumbrado a desear cosas que no puedo tener-.

...Ella tragó saliva mientras él se alejaba..."

lunes, 22 de marzo de 2010

Me gusta así, justo así.

Esque cada día me siento más agusto a tu lado señorito.
Cada día quiero más. No me conformo con unas horas.
No me canso de esos achuchones.

Y esque no hay nada que me quieras contar que no me interese saber.
Quiero saberlo todo de ti. Ya me encargaré yo de que esa parte testaruda y reservada que tienes se vaya desmoronando poco a poco. Y es que me gustan esas tardes en las que hablamos sinceramente; ya no hay nada que esconder. Las palabras más valiosas son aquellas que van sin adornos, las que salen fluidas, aunque no siempre sean las más fáciles de decir.

Y esque eres el primero. Si, puedo decir verdaderamente que lo eres.
El que me ha hecho sentir ese nudo en la garganta. El que me saca esa sonrisa con sus tonterias. Con el que he vivido nuevas experiencias y formas de sentir . El que me ha ayudado a descrubir un mundo nuevo de sensaciones. Juntos. El que me ha enseñado a pensar en el presente, sin preocuparnos de lo que aun no ha llegado, ya que si tiene que pasar pasará.

...Y pasó. Y fue maravilloso.

Despertarse al lado de esa persona que te llena es una esperiencia indescriptible. Y es que me lo haces todo tan fácil.

Quizás yo no era de las que más apostaban por esto. Ni por asomo imaginaba que acabaríamos así. Y es que lo que mejor sale es lo que no has planeado. Se cumple la regla. Menos pensar y más dejarse llevar. Es en la sensillez donde se encuentra la esencia de la felicidad.


Y es que aun nos queda tanto... Despacito, pero sin pausa.



El bloque de hielo cada día se va derritiendo más...
Nose hasta qué punto es bueno esto. O quizás es lo mejor que puedo hacer.
Vale la pena arriesgar. El que no arriesga no gana.
Y a mi esta vez me tocó ser parte del bando vencedor.

(Actualización melosa donde las haya! Qué me está pasando? jajaja)



Celia Hernández.

domingo, 7 de marzo de 2010

Mujeres Vs Hombres

"ERRORES QUE SUELEN COMETER LAS MUJERES

- Intentan mejorar la conducta del hombre o ayudarle ofreciendo un consejo que él no ha pedido.
- Intentan cambiar o controlar la conducta de él manifestando sus sentimientos negativos.
- La mujer no reconoce lo que él hace por ella, y se queja de lo que no hace.
- Ella corrige su conducta y s elo comunica como si fuera un niño.
- Manifiesta sus sentimientos de disgusto de manera indirecta: "¿ Cómo has podido hacerme esto?".
- Si él toma decisiones, ella lo corrige o lo critica.

ERRORES QUE SUELENCOMETER LOS HOMBRES

- El hombre no escucha y se distrae. No hace preguntas que muestren interés o procupación.
- Se toma los sentimientos de ella al pie de la letra y al corrige. Cree que ella pide soluciones.
- El hombre escucha y, a continuación, se enfada y acusa ala mujer de disgustarlo o deprimirlo.
- Da poca importancia a los sentimientos y necesidades de ella.
- Cuando ella se enfada, él explica por qué no tiene razón y no debería enfadarse.
- Después de escuchar, él no habla, o se ausenta."

( Fragemento extraído de un libro de Psicología)


Lo se, yo también me he visto refleja en más de una de estas conductas.


Está claro, que aun nos queda mucho por caminar.
Aunque en el fondo seguramente que no seamos muy distintos. Nuestras superficies son cada vez más diferentes y contradictorias. Y es que la mayoría de las veces, son simples errores de comunicación lo que nos hacen llegar a ese estado de desesperación e irritación hacia el sexo opuesto.




Celia Hernández.