domingo, 4 de octubre de 2009

¡Bah! Puedo permitirmelo.


Domingo...Sunday...
Anochece en Cáceres capital...
Hay una buena temperatura en el ambiente, demasiado calurosa quizás
para estar ya en otoño y en pleno mes de Octubre.

Una sensación de cansancio me invade completamente.
Conclusión de este fin de semana: agotador y bastante entretenido.
Despues de darme esa ducha que tanto necesitaba noto como poco a poco empieza a notarse los efectos de lo poco que he dormido esta noche, y de lo vaga que estoy...
Porque otra cosa no habré hecho, pero vaguear, he vagueado como nunca.
¡Bah! Me lo puedo permitir.

Incluso sabiendo que se aproxima un examen en el que hay muchas posibilidades que suspenda,
y si encima no te lo preparas como te lo tendrias que haber preparado, ya la cosa está clara.
Pero bueno, me lo puedo permitir.
Supongo...
Sino...ya da igual, es demasiado tarde para arrepentimientos.

Mañana empezará una nueva semana, semana en la que aprobecharé para hacer todo lo que no he hecho este finde. O más me vale.

Todo empezó con una petición el viernes:
- Celia, te informo de que este finde estaré sola. Mis padres se van. No me apetece star sola, vente anda.

Y claro, no voy a dejar a una amiga tirada, viviendo sola un fin de semana entero, y menos si nuestras casas están a menos de 30m de distancia aproximadamente...

Casa sola. Una nevera con comida por hacer, porque claro, su madre no le ha dejado nada preparado, y dos chicas muy poco familiarizadas con la palabra cocinar...Pero con un gran ingenio. Hemos logrado alimentarnos adecuadamente. Y he descubierto la sensación de autorrealización que se siente al comerte tu propia comida, esa que has preparado TU, que casi se TE quema, y que al final, TU te comes, con la sensación de que es el filete más rico que has comido nunca. Aun sabiendo que está seco y un poco soso. Te autoengañas... y lo sabes... Pero ¡bah! Te lo puedes permitir! Al fin y al cabo, es tu primer filete.

despues de comer te ayudo a recoger y me voy a mi casa.
Sí, ahí es cuando descubres la rozón que tienen algunos refranes:
"Del dicho al hecho, hay un trecho."

Porque no, no te vas, al revés, te quedas. Y encima ni recoges la mesa ni nada.
Te tiras en el sofá con el portatil y a "ver" GH...
Vaguear, vaguear, vaguear...
Sales hasta tarde, no duermes lo suficiente...

He hecho todo y a la vez no he hecho nada.
Pero bah! No pasa nada.
Porque yo, ¡YO me lo puedes permitir!

Habia que aprobechar este finde, y yo, creo que lo he hecho,
que es lo importante...
Ya vendrán mañanas las preocupaciones.


:)




Celia Hernández.

No hay comentarios: